La senadora electa Vanessa Kaiser, quien asumirá en marzo de 2026 por la Región de La Araucanía, se define a sí misma como la “más extrema” de sus hermanos. Militante del Partido Nacional Libertario, abordó diversos temas de la contingencia política en una entrevista con BioBioChile, incluyendo el rol que podría jugar su hermano Johannes Kaiser en un eventual gobierno de José Antonio Kast.
Kaiser sostuvo que la imagen de extremismo asociada a su familia —y en particular a Johannes— fue construida mediáticamente, lo que a su juicio terminó por hacer ver más moderado a Kast. Aseguró que los libertarios, en varios aspectos, serían incluso más flexibles que sectores conservadores, y que esa caricaturización respondió más a intereses políticos que a una descripción real de sus posturas.
Al referirse a la historia reciente, respaldó la idea de que el estallido social de 2019 constituyó un intento de Golpe de Estado, argumentando que existieron condiciones materiales, coordinación y objetivos políticos claros. Según planteó, la quema masiva de estaciones de metro y la presión institucional contra el gobierno de la época no pueden entenderse solo como desórdenes espontáneos.
En esa línea, advirtió que un escenario similar podría repetirse bajo una eventual administración de Kast si este no actúa con firmeza, especialmente en La Araucanía. Kaiser defendió la implementación de un Estado de Sitio acotado en la Macrozona Sur, con el objetivo de restablecer el control estatal, combatir el terrorismo y devolver seguridad, evitando —según ella— que una señal de “mano blanda” incentive nuevas desestabilizaciones.
Respecto al Congreso y la futura coalición oficialista, la senadora electa llamó a construir acuerdos entre fuerzas democráticas con un objetivo común: recuperar el país del crimen organizado, la crisis económica y el deterioro institucional. Señaló que no se trata de cheques en blanco, sino de definir prioridades claras antes de debatir diferencias ideológicas más profundas.
Finalmente, Kaiser abordó el futuro político de Johannes Kaiser, señalando que su figura podría proyectarse como sucesor natural de Kast si este logra consolidar su gobierno. A su juicio, el éxito de un liderazgo no solo se mide por llegar al poder, sino por mantenerse y traspasar el legado, advirtiendo que decisiones tácticas mal calibradas podrían afectar ese objetivo a largo plazo.
