José Antonio Kast ha sido criticado en múltiples ocasiones por difundir afirmaciones erróneas o imprecisas, especialmente en redes sociales y debates públicos. Durante la campaña presidencial de 2021, por ejemplo, aseguró que el programa de Gabriel Boric “subiría todos los impuestos” y que “se eliminaría la propiedad privada”, afirmaciones que fueron desmentidas por diversos medios de verificación como Fast Check CL y Chile Check.
También se le atribuyen declaraciones como que “la inmigración trae delincuencia”, generalización que ha sido desmentida por datos oficiales. En otro caso, aseguró que Chile estaba entre los países con más terrorismo en el mundo, apoyándose en cifras sin fuentes claras. Su estrategia ha sido acusada de apelar al miedo, especialmente en temas como seguridad, migración y orden público.
Aunque Kast y su equipo suelen retractarse o matizar tras ser desmentidos, el daño comunicacional ya suele estar hecho. Esto ha levantado críticas sobre su uso de desinformación como herramienta política, en línea con tendencias globales del populismo digital. No se trata de errores aislados, sino de una narrativa que a veces privilegia el impacto por sobre la precisión.
Si bien Matthei, no entra tanto en campañas de mentiras, su cara al ser corregida junto a Kast por Jara es IMPAGABLE: