11 de Diciembre de 2025
RODOLFO BOTOX

En una reunión que pintaba formal y tranquila, Fernando Lasalvia volvió a demostrar por qué siempre termina siendo el protagonista involuntario —o voluntario— del día. Mirando directo a Rodolfo Carter, lanzó una pregunta que dejó a todos congelados: si pensaba trabajar con los votos de Franco Parisi, conocido por su devoción al tuning. El comentario sembró dudas inmediatas, incluso en el propio Carter, que quedó sin entender si lo estaban consultando por estrategia política… o por algo más.

La confusión creció cuando los presentes comenzaron a mirarse entre ellos tratando de descifrar el doble sentido. Entonces vino el remate: Lasalvia, con la precisión quirúrgica de su humor incómodo, aclaró la pregunta diciendo “es que usted está tuneado… con botox”. La frase cayó como meteorito. Unos rieron, otros se taparon la boca, y Carter, con la mandíbula tensa, quedó claramente descolocado mientras intentaba recomponerse.

Pero el senador electro no lo logró. La broma lo tomó demasiado fuera de juego, el rostro se le desfiguró de molestia y, ya sin paciencia, terminó echando a Lasalvia del lugar entre un tenso “¡retírate, retírate!”. La reunión continuó, sí, pero la historia quedó instalada como uno de esos episodios que salen del mundo político para entrar de lleno a la farándula nacional: un cruce incómodo, sabroso y destinado a viralizarse.

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