31 de Diciembre de 2025
CALMA

Mientras la Fiscalía solicita 23 años de cárcel en su contra, Cathy Barriga decidió que era buen momento para sacudir las penas —y las caderas— en un estudio de televisión. La exalcaldesa apareció bailando cumbia en Canal 13, protagonizando un show que muchos calificaron derechamente como vergonzoso, considerando la gravedad del escenario judicial que enfrenta.

La escena no pasó desapercibida. Mientras cualquier mortal estaría con el estómago hecho un nudo ante la posibilidad de pasar más de dos décadas tras las rejas, Barriga optó por sonreírle a la cámara. “Si yo me enfrentara a 23 años de cárcel, estaría más nervioso que completo en micro sin freno”, comentó con ironía un redactor del medio, reflejando el sentir de buena parte del público.

Y es ahí donde la conspiranoia comienza a asomar… aunque quizás convenga dejarla tirada en la cuneta. Porque cuesta entender tanta liviandad en medio de una investigación de alto calibre. ¿Seguridad absoluta en su inocencia? ¿Desconexión total con la realidad judicial? ¿O simplemente una apuesta comunicacional al todo o nada?

Las preguntas, inevitablemente, empiezan a girar solas: ¿sabrá algo que el resto no? ¿Existirá algún tipo de negociación en curso? ¿Confianza en que el escenario cambiará drásticamente? El contraste entre la petición del Ministerio Público y la performance televisiva no solo desconcierta, sino que también irrita.

En redes sociales, el debate subió de tono cuando algunos comenzaron a preguntarse —sin pruebas, pero con suspicacia— si este despliegue mediático es antesala de algo mayor. ¿Irá a delatar a su suegro, Joaquín Lavín Infante? ¿O incluso a su esposo, Joaquín Lavín León? Preguntas que hoy circulan más como rumor que como información.

Por ahora, lo único claro es que el caso Barriga sigue sumando capítulos insólitos. Mientras la Fiscalía afila sus argumentos y la opinión pública observa con estupor, la exalcaldesa parece decidida a bailar hasta que la música se corte. La pregunta es si, cuando eso ocurra, quedará alguien dispuesto a aplaudir.

Y para quienes todavía dudan de este surrealismo en vivo y en directo, el registro está ahí, disponible para el morbo público: Cathy Barriga moviendo el esqueleto, sonriendo, zapateando y bailando cumbia como si no hubiera imputación, Fiscalía ni 23 años rondando el horizonte. Véalo con sus propios ojos y saque sus conclusiones, porque en Chile la realidad siempre se esfuerza por superar a la sátira. 💃📺

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